Tú, Mi Padre
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Como olvidar tu serenidad límpida,
Como olvidar tu ternura casi doliente.
Tus pasos quedos, a veces vacilantes.
Tu mirada tierna casi pidiendo perdón.
Tu entrega sin límites a veces excesiva,
Tu amor sin juzgamientos, total y sano.
La dulzura emanando de tus rudas manos
Cansadas de forjar siempre la justicia.
¡Que regalo fue tu vida amado padre!
Corazón como el tuyo no hay otro igual
En apurado paso nos dejaste desolados…
Sin la miel tierna de tu suave presencia.
Mis 15 años, mi primer reloj pulsera…
Entonces embelesada paseaba de tu brazo
Contemplando la ciudad casi amenazante
En inefable sensación de ilusión adolescente.
Cuan privilegiada me sentía entonces,
Iniciando el umbral de una vida en ciernes.
Tu mirada, tu calidez toda, tu entrega absoluta,
La paternidad ejemplar, la tolerancia increíble.
Hoy te recuerdo y te añoro…siempre, siempre.
Nostalgias solo mías, no compartidas.
Tu huella padre mío, esa huella imborrable….
Acaso la luz que ilumina mis diarios andares.
marzo 2012.