Niña interior

Haciadentro
2 min readFeb 9, 2021

Hola…Hace ya tantas lunas que no te permito acompañarme como antes. Es ya tiempo que regreses y sin pedir permiso irrumpas sin límites, y cual esperada energía sanadora, invadas mi estar tantas veces vulnerable, otras veces frágil, necesitado de tu norte.

Cabellos al viento, largos y negros cual noche empezada. Apenas creciendo, manos tiernas buscando mariposas, persiguiendo su vuelo multicolor. Vamos mi niña, corre acompañando al viento, ve por la pradera colorida respirando alegría sin par. Ya logro verte, cada vez mas acerca, viniendo a mi lado, halando de mí.

Te detienes y observas el lago, en él la vida se mueve danzando pequeños peces en lo profundo. Abrazas tu infantil pasión, estás empezando apenas a disfrutar lo que la naturaleza te ofrece en generosa entrega, haz que no te detengan las reglas del adulto, sé libre y ríe, ríe hasta que el corazón casi estalle y la risa de tan sonora, sea eco en el viento.

Recuerda tus alegrías primeras en que la vida te parecía un paraíso, en que el disfrute era tu diario estar, los juegos imparables, la compañía de tus pares, aquella bolsita llena de canicas multicolores, tu mayor tesoro, aquella que obligada por los deberes tenía que aguardar en un rincón…. hasta que escaparas del orden, del deber, de todo aquello que impide seguir soñando sin tiempos, sin pesares ni tristezas.

Hoy te atesoro y resguardo en mi ser, albergada en un espacio sagrado, bullendo junto a mi corazón, tan protegida por escudos invisibles, esperando…es tan difícil muchas veces traerte de vuelta, contagiarme de tu alegría y tus ganas de disfutar sin censuras, de reir y reir hasta llorar, sin tiempos. Siempre estás y estarás allí; hoy te pido me despiertes para juntas recorrer de tu mano esos parajes tan verdes, tan coloridos, de aguas cantarinas, de flores nacientes, dejar desprenderte de mi mano, guiarme hacia la vida sencilla, hacia la ternura sin límites, hacia el goce de estar presente y viva. No temas, estaré cual manto protector, velando por tu ser infantil, tu candidez enternecedora, siempre juntas. Es cual sagrado deber el cuidar que nada quiebre el cristal de tus sueños, esa alegría tantas veces no permitida.

Después, tomada de mi mano regresarás a ese lugar siempre tuyo, aquí en mi pecho, justo en mi corazón, allí donde nadie podrá controlar mas tu ser, tu sentir, tus ganas de vivir por siempre.

Febrero 2021

--

--

Haciadentro

antes cual Perséfone, en su mundo inocente y seguro. Despues arrastrada al inframundo por Hades, hacia adentro, hacia las entrañas, hacia el miedo acechante.